Era un día nublado en Mendoza, Argentina, cuando Facundo R. y Pía M. decidieron cambiar el rumbo de su vida, cursaban el segundo año de diseño gráfico en la Universidad de Mendoza, tras una salida con sus amigos, cansados de la cotidianidad y rutina, deciden emprender un viaje, y conocer todo aquello que desconocían por estar encerrados en dicha ciudad. Aquí empezaría su nueva aventura. Con el pasar de los días, dejan la carrera, hablan con su familia pero ellos se niegan rotundamente al cambio, son familias conservadoras y no permitirían que su hijo sea un mochilero. Facundo por su parte, totalmente desconcertado de la opinión de sus padres, de quienes esperó más apoyo, hace caso omiso a los miedos, mientras que Pía un tanto indecisa sigue a su corazón, y a las nuevas experiencias que significaría este cambio de 360 grados en su vida, sin saber que más tarde de ésta cercanía nacería un gran amor.

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Foto: Pía M.

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Pía y Facundo empiezan una vida, tratando de sobrellevar cada situación que se les ha presentado, la familia, su economía y el estatus social, y tras haber ahorrado durante 7 meses, un 15 de marzo de 2016 al fin consiguen el dinero suficiente para salir de Argentina, y deciden partir en busca de nuevos sueños.

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Colombia su primera parada

Fueron a la ciudad de Cali donde aprendieron que la vida es más sabrosa y que los sufrimientos quedan para el final, las noches desenfrenadas llenas de drogas y alcohol no se hicieron esperar, pero el viaje continúa y encantados por la aventura deciden ir a Perú.

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Perú y una mezcla de emociones

Conocieron Cuzco, Machu Picchu, y el Camino Inca, “Es increíble estar allí” comenta Pía. Su próxima parada sería Máncora, sentarse frente al mar, y ver el atardecer junto haría de esta relación algo único, algo que no estaban buscando pero se dio.

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Vinieron días duros y difíciles, fueron víctimas de un robo, pensaron que a cualquier mochilero le podía pasar, pero no entendían porque justamente a ellos cuando todo lo tenían planeado, ese día entendieron que no pueden controlarlo todo, y decidieron dejarse llevar como aves por la vida. Un martes por la tarde conocen a Abbey, una estadounidense que les comenta de Ecuador, la majestuosidad del valle de Vilcabamba, y el clima de Loja. La idea se quedaría en su cabeza.

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Ecuador, sus paisajes y su gente
El 23 de junio llegan a Macará (frontera con Perú) los recibe un clima caluroso, y la gente atenta de siempre, deciden pasar la noche y descansar en un hotel del lugar, para salir la mañana siguiente hacia Loja.

Loja una ciudad tranquila y amable así describe Facundo a la ciudad castellana, junto a Pía pasan sus tardes vendiendo artesanías, pero el también toca la guitarra, a esta pareja parece que nada los detiene.

Vilcabamba su objetivo
El 26 de junio de 2016, arribarían a Vilcabamba donde un ambiente curiosidad los atrapó, y la mezcla de culturas hizo que se sientan en varios lugares al mismo tiempo, "es un pueblo acogedor, sales a la esquina y seguramente encontrarás a alguien", comenta Facundo.

Es 01 de julio y se encuentran a mi lado explicando toda la travesía que han vivido para conocer Ecuador, están enamorados de este país, claro, después del amor que sienten el uno por el otro, sus ojos lo demuestran todo. Aseguran estar asombrados del clima cálido y a la vez tan acogedor, que hace que los extranjeros no quieran partir, y quedarse a vivir en estos valles que dan vida a los años.